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O3

 

Scherzoo zum dritten. Kurzfazit: More of the same - mehr oder weniger. In meiner Rezension zum Zweitling der Band um Francois Thollot mutmaßte ich: "Offenbar hat sich die Besetzung der Band inzwischen verändert. Etwaiges neues Material der Formation sollte also in einem etwas anderen Klanggewand daherkommen." Nun, die Besetzung hat sich in der Tat verändert. Sie hat sich sogar ziemlich stark verändert, ist Thollot doch zur einzigen Konstanten geworden. Zudem ist der multiinstrumental veranlagte Franzose vom Schlagzeug zu Bass und Tasten gewechselt. Trotzdem gibt es, wie auf den beiden Vorgängerscheiben, einen farbigen, virtuos vorgetragenen Zeuhl-Jazzrock auf "03" zu hören.

Eine Spur lichter, eleganter und runder ist derselbe allerdings ausgefallen, kommt etwas jazziger und weniger Zeuhl-lastig aus den Boxen. Trotzdem ist Zeuhl immer noch klar als Inspirationsquelle auszumachen. Mit dem einleitenden "Experimentation sentimentale" ist die letzte noch fehlende Nummer von Thollots Solodebüt (siehe "Ceux d'en face") hier in einer Neuaufnahme zu hören. Mehr desselben also.

Auf "03" sind aber noch drei als Bonus bezeichnete Stücke zu finden (die Tracks 7-9), die etwas andere Musik beinhalten. Im sehr sparsamen Beiheft sind keinerlei Informationen dazu zu finden, doch hat man mir von Labelseite mitgeteilt, dass es sich hierbei um Material für ein geplantes Album handelt, welches Thollot mit einem nicht mehr existierenden Scherzoo-Seitenprojekt eingespielt hat (das gerüchteweise Dissonata hieß). Hier gibt es Kammerrockiges zu hören (keinen Zeuhl), bestimmt vom Piano Jeremy Van Quackebekes, der auf den ersten beiden Scherzoo-Alben an den Tasten zu hören war.

"Prelude Engloutil" ist eine impressionistisch eingefärbte Solopianonummer, während in den beiden weiteren Stücken an Piano, Drehleier, Cello, dezentem Bass und Schlagwerk (hier ist wieder Thollot am Trommeln) eher zurückhaltend akustisch und leicht jazzig gerockt wird. Das ist ganz nett und interessant, doch fehlt es etwas an Druck und Schwung. Trotzdem machen Liebhaber von zeuhligem Instrumentaljazzrock und kammerprogressiven Sounds, insbesondere solche, die die Musik der Labelkollegen One Shot und Xing Sa schätzen, mit "03" wenig falsch, so sie denn mehr solcher Klänge brauchen.

Achim Breiling

http://www.babyblaue-seiten.de/

 

O3

 

Como viene haciendo desde hace varios años ya, el grupo francésSCHERZOO se asoma a la palestra de la escena francesa de música progresiva radical, siempre de la mano de François Thollot. Con un tercer álbum titulado simplemente “03”, el mismo que ha sido publicado por el sello Soleil Mutant en marzo último, este ensamble dedicado a rescatar simultáneamente los legados del rock-in-opposition y del Zeuhl que se desarrollaron dentro de la tradición francoparlante desde aquellos años 70s se luce con un esplendor infinito. Mientras Thollot se hace cargo del bajo y los teclados, Clement Curaudeau hace lo propio con la batería, Renaud Vernet, con los saxofones y Maxime Mantovani, con la guitarra. Hay también tres bonus tracks en el álbum en los que la alineación varía significativamente: Thollot pasa a la batería, dejando el bajo en manos de Antoine Maury mientras Amelie Bouard toca el cello, Jeremy Van Quackebeke, el piano, y Fabienne Déroches, el hurdy gurdy. Es casi como tener en manos un disco con un EP incorporado… ¡y si eso significa más minutos de placer melómano, entonces resulta fenomenal! En líneas generales, se puede notar en ambas partes de este nuevo disco que el ensamble ha decidido explorar matices más ágiles y menos oscuros dentro de su propia orientación híbrida de jazz-rock y rock-in-opposition, aunque siempre hay lugares reservados para elaborar pasajes sombríos, es parte infaltable de la esencia de SCHERZOO. Claro está, las vibraciones rockeras tienen que estar más pronunciadas en la secuencia de los seis primeros temas debido a la musculatura inherente al ensamble que se encarga de ella.

El repertorio central de “03” se inicia con ‘Experimentation Sentimentale’, una pieza penetrada por una espiritualidad solemne pero impulsada por una gracilidad patente provista tanto por las elaboradas bases del piano eléctrico como por los magníficos solos de saxofón; más tarde, cuando llega el breve momento de lucimiento especial de la guitarra, el asunto se torna tenso, casi a lo PRESENT. La vitalidad que muestra la dupla rítmica durante todas las variantes de grooves que exigen los diversos motivos sucesivos es simplemente maravillosa. Luego sigue ‘Bossa Yakuza’, una pieza signada por un talante menos extrovertido que el de la pieza de entrada, aunque igualmente apuesta por el desarrollo de musicalidades sofisticadas y variantes temáticas intrigantes. Hay mucho de la herencia de la vieja escuela Canterburyana en lo que hace el grupo aquí (GILGAMESH, NATIONAL HEALTH), pero su actitud general de serenidad reflexiva les pone más en línea con el legado del WEATHER REPORT pre-Pastorius y con la faceta más amable del ZAO post-1975. ‘La Menace’, por su parte, explora un camino intermedio entre la exquisita vitalidad de ‘Experimentation Sentimentale’ y la vibración reflexiva de ‘Bossa Yakuza’, tal vez con un predominio de aquélla. Siendo así que el título de esta pieza alude a una amenaza, lo que encontramos aquí es el retrato sonoro de un contexto peligroso situado dentro de un lugar luminoso: es como si el peligro latente fuese inesperado en medio del frenesí de un lugar no particularmente tétrico.

 

'Open Cluster’ basa el esquema global del grupo en las bases armónicas Frippianas de la guitarra y el sonido Canterburyano de los teclados: parece como si la gente de los NATIONAL HEALTH hubiese sido secuestrada para tocar una pieza perdida del KING CRIMSON 73-74, y la arreglara tomando en cuenta algunas pautas de los paradigmas de ACCORDO DEI CONTRARI y SOFT MACHINE LEGACY. Suena como algo muy sofisticado, ¿verdad? ‘Orient Express’ ocupa un generoso espacio de 8 ¾ minutos y los aprovecha soberbiamente, de hecho, haciéndose eco de la ambientación general de la pieza anterior y dándole mayores recursos de tensión expresiva. En una situación como ésta, el baterista se luce tremendamente en su manejo de los diversos matices y cadencias que exige el multicromático desarrollo de la pieza. Durando 15 ¼ minutos, ‘Contagion’ es la pieza más larga del álbum y también la que cierra su repertorio central. Comenzando cn un motivo central que porta un aura sombría con un espíritu vigoroso, el grupo se sitúa más cerca del paradigma de UNIVERS ZERO aunque conservando fielmente su esencial esquema jazz-progresivo. Alrededor de la frontera del cuarto minuto, el grupo pasa a una dimensión más etérea con un bajo que ocupa momentáneamente un lugar protagónico antes de que el saxo elabore su solo más lírico del álbum. La siguiente sección es una ocasión de intensa celebración donde el saxo y la guitarra se turnan en solos vibrantes que realzan la neurótica extroversión del momento; ordenada y matizada ocasionalmente por algunos ejercicios de cadencias elegantes marcados milimétricamente por el piano eléctrico, esta sección extrovertida pronto deja lo tenso y pasa a lo celebratorio. La coda vira hacia una densidad lánguida que se sitúa entre lo tenebroso y lo crepuscular, siempre preservando la delicadeza espiritual de la que gusta hacer gala al ensamble.

Vamos ahora a los tres bonus tracks que mencionamos en el primer párrafo de la presente reseña. ‘Prelude Englouti’ es una pieza solista de piano que crea ambientes sutiles donde los momentos de silencio impulsan la reflexión inicialmente estimuladas por las notas cuidadosamente explayadas. ‘Turbulence’ tiene a todo el ensamble actuando, tratándose de una pieza que oscila entre un dulce lirismo y una densidad lo suficientemente controlada para no hacerse arrolladora. ‘Dissonata’, que dura 9 minutos, desarrolla una familiaridad con las líneas de trabajo plasmadas en el repertorio oficial del disco, pero con este formato tan distinto, el esquema sonoro se siente más ensoñador, en no poca medida reminiscente del AFTER CRYING de los primeros álbumes, cuando no de ciertos rasgos recurrentes del chamber-rock contemporáneo (ARANIS, INNER DRIVE). Esto fue todo lo que nos ofreció “03”, un fabuloso muestrario de música progresiva aventurera, exultante de exquisitez y excelencia: bajo la siempre lúcida guía de François Thollot, SCHERZOO permanece firme en la élite de la avanzada progresiva francesa de los últimos años.

César Inca Mendoza 

http://www.portalesquizofrenia.com/

 

O3

 

Torniamo a seguire gli Scherzoo, giunti al terzo album a tre anni di distanza dalla seconda prova. Ricapitolando velocemente, ricordiamo che si tratta di un progetto portato avanti dal Francois Thollot, che dopo un paio di lavori solisti in cui aveva fatto quasi tutto da solo, ha deciso di sedersi dietro la batteria e di formare questo gruppo che continua ad andare avanti con una proposta musicale a cavallo tra jazz-rock e zeuhl. In “03”, un po’ a sorpresa, non lo troviamo più dietro le pelli, ma è impegnato al basso e alle tastiere ed è coadiuvato da Clement Curaudeau alla batteria, Maxime Mantovani alla chitarra e Reinaud Vernet al sassofono. Francois, quindi, mescola un po’ le carte in tavola, rivoluziona del tutto la line-up e sceglie di mostrare anche in questa occasione il suo eclettismo strumentale, ma riesce a realizzare un disco ben degno dei suoi predecessori. Come ogni opera legata al mondo zeuhl che si rispetti, la sezione ritmica va a formare l’ossatura portante e si distingue soprattutto per l’agilità con cui va a muoversi preparando il terreno alle scorribande attraverso cui si esibiscono e si intrecciano gli altri strumenti. Si susseguono sei brani nuovi di zecca, ancora una volta interamente strumentali e che evidenziano una forte omogeneità. Soprattutto nelle prime composizioni in scaletta, si nota che è spesso il sax ad andare in primo piano, con belle frasi melodiche che spingono soprattutto verso il jazz e che viene spesso coadiuvato alla perfezione dalle tastiere; la chitarra si ritaglia spazi più brevi, ma con grande efficacia, merito di parti solistiche di grande efficacia e incisività, che rievocano un po’ il James McGaw meno duro. In seguito le cose si fanno un po’ più toste e la chitarra riveste un ruolo di maggiore protagonista, anche se resta l’interplay tra i vari strumenti la caratteristica principale di “03”. Tra le cose più riuscite segnaliamo con piacere “La menace” e “Orient express”, probabilmente gli episodi più vicini al zeuhl, e il finale affidato a “Contagion”, oltre quattordici minuti avventurosi al punto giusto, in cui Thollot e compagni mostrano grande fantasia lanciandosi in ardite soluzioni e, tra cambi di atmosfera e stravolgimenti ritmici, riescono ad evocare sia la rigorosità di certo chamber rock vicino a classici come Univers Zero e Present, sia il calore del jazz-rock progressivo canterburiano. Non finisce qui: con Thollot nuovamente alla batteria e musicisti completamente diversi, alla fine del cd ci sono tre bonus tracks che vanno in direzioni abbastanza differenti. C’è dapprima “Prelude englouti”, un pezzo per solo piano, in vena classicheggiante; seguono poi “Turbulence” e i nove minuti di “Dissonata”, che vedono coinvolti anche la sezione ritmica, la ghironda e il violoncello e, con una strumentazione così particolare, è facile intuire che siamo di fronte ad un mix di sonorità stravaganti, tra jazz e avanguardia, ma senza mai perdere buone dosi di feeling. Al di là di queste tre tracce finali, siamo più vicini al primo album che non al secondo, ma indipendentemente da termini di paragoni non possiamo che confermare la bontà di questo progetto e la bravura di un musicista sempre più affermato nel mondo zeuhl.

 

​02​
Après avoir décerné un satisfecit sans ambiguïté au premier album de Scherzoo, le bien nommé 01, nous avions logiquement émis le souhait que François Thollot puisse conserver l'effectif enfin stabilisé réuni autour de lui par le polyinstrumentiste lyonnais, qui semblait de plus avoir trouvé sa vocation en occupant avec un talent certain le poste de batteur. En apparence, 02 (!) vient exaucer nos voeux, puisqu'il est bel et bien la suite logique de son devancier, pour ne pas dire son frère siamois. La différence, pour ceux qui suivent Thollot depuis ses débuts, étant de ne découvrir cette fois qu'un matériau totalement inédit, et force est de constater qu'en dépit d'une relative homogénéisation des formats (entre 4 et 8 minutes), le niveau de l'inspiration ne faiblit aucunement.

​Portés par une rythmique zeuhlienne puissante et extravertie, les instruments mélodiques (claviers - Rhodes et synthé principalement -, sax alto et guitare) tissent des entrelacs souvent cycliques, générant une tension qui est portée à son comble par la répétition obsessionnelle ou interrompue soudainement par un changement de direction inattendue. La musique de Thollot (avec une composition créditée au bassiste Anthony Béard) se révèle une nouvelle fois riche en rebondissements et nourrie d'un sens du contraste qui lui confère relief et profondeur. Le quintette chargé de lui donner vie accomplit un travail remarquable, servant le propos avec ferveur et éloquence, mieux, une énergie viscérale, une capacité à « faire monter la sauce », pour parler vulgairement, qui aspire littéralement l'auditeur dans un tourbillon hypnotique et bienfaisant.​​​


​Tout ceci nous amènerait a priori vers une conclusion identique à la précédente. À ceci près qu'en réalité, 02 est le testament d'un groupe qui, au moment de l'enregistrer, fin 2011 à Mâcon, était sur le point de se disperser. S'en est suivie pour Thollot, toujours flanqué du fidèle Jérémy Van Quackebeke aux claviers, une année 2012 riche en péripéties, avec l'enregistrement l'été dernier d'un troisième opus de Scherzoo avec un effectif fluctuant puis la constitution d'un nouveau groupe de scène dans lequel, surprise, il délaisse sa chère batterie pour la basse, confiant les baguettes à un nouveau-venu qui, re-surprise, n'est autre que notre rédacteur Clément Curaudeau ! Un groupe dont le public du festival Freak Show de Würzburg a eu la primeur il y a quelques semaines, qui propose un répertoire distinct des trois opus déjà en boîte, poursuivant l'exploitation du « trésor de guerre » accumulé par le décidément prolifique Thollot durant ses années de silence discographique. Autant dire que l'année 2013 devrait être mémorable pour tous ceux qui  suivent, avec un intérêt croissant, le parcours d'un musicien de plus en plus incontournable​​​



​​​​01​
Donner à sa vision musicale une forme convaincante relève aujourd'hui de la quadrature du cercle quand on a le malheur d'œuvrer dans le créneau progressif (peut-être le seul où règne l'absolue certitude que le talent, fût-il immense, ne sera jamais reconnu à sa juste valeur) et que l'on peine de surcroît à réunir autour de soi les instrumentistes susceptibles de lui donner vie. Ce chemin de croix est celui qu'a vécu François Thollot au cours de la dernière décennie, entre ses débuts discographiques solitaires avec Ceux D'En Face (2002) et le happy end - artistique au moins - que constitue ce premier CD de Scherzoo. Le fait que le second soit pour partie un remake du premier ne fait que renforcer l'impression qu'une boucle est enfin bouclée pour notre talentueux et persévérant Lyonnais.
Si la qualité de l'inspiration de Ceux D'En Face était évidente, et sa concrétisation un remarquable triomphe face à l'adversité (un compositeur devenu, par nécessité et avec la détermination que cela suppose, multi-instrumentiste mais aussi, à la tête d'un home studio de fortune, producteur), il n"en restait pas moins qu'en dépit des excuses légitimes que l'on pouvait trouver à ses déficiences formelles, celles-ci le cantonnaient à une forme de "seconde division" par rapport aux groupes référentiels de son genre de prédilection. L'étape suivante de ses pérégrinations, Contact (2003), constituait techniquement parlant une avancée conséquente - réalisé dans un vrai studio, avec le concours d'une section rythmique de prestige : Philippe Bussonnet (basse) et Daniel Jeand'heur (batterie) - mais cette fois c'était l'écriture, limitée dans son ambition par la brièveté du temps imparti pour les répétitions et l'enregistrement, qui s'avérait déficiente, empêchant ce deuxième opus de s'imposer comme supérieur à son devancier. En outre, le problème demeurait de l'impossibilité d'un prolongement scénique, pourtant ressenti comme nécessaire.
Le long silence discographique qui suivit ces débuts prometteurs, seulement entrecoupé d'apparitions sur les deux hommages à Magma d'Alain Juliac, s'explique par l'ampleur du défi que représentait la constitution d'un groupe viable, auquel s'ajoutait une problématique plus personnelle : plutôt guitariste au départ, Thollot se vit contraint par les aléas des recrutements à adopter le poste de batteur. Ce nouveau statut ne manquerait pas, et il en était conscient, de susciter des comparaisons avec certains de ses modèles, Christian Vander et Daniel Denis en tête. Comparaisons qui épargneraient sans doute le compositeur, mais seraient en revanche impitoyables pour l'instrumentiste. Thollot s'est donc consacré à ses fûts et cymbales avec acharnement, y compris en intégrant d'autres groupes lyonnais uniquement pour progresser dans sa maîtrise de l'instrument. Aujourd'hui, le résultat est là, et c'est la première réussite du nouveau CD : en tant que batteur, Thollot livre ici une prestation impeccable, pleine de groove (voir par exemple le solo de basse qui conclut "L'An 01"), ce qui n'est pas un mince exploit quand il est question de métriques presque toujours impaires et de cassures de rythme à foison. Et son groupe, stable depuis maintenant plusieurs années (hormis l'arrivée un peu plus récente d'un guitariste, portant l'effectif à cinq membres), n'est pas en reste, effaçant définitivement le souvenir du musicien solitaire pour imposer une authentique dynamique collective - sans doute est-ce le sens de l'abandon du nom de Thollophonie pour celui de Scherzoo, même si la mainmise de Thollot sur l'écriture ne souffre pour l'heure que de rares exceptions.
On ne saurait trouver meilleure illustration du chemin parcouru que l'écoute comparée de la nouvelle version du diptyque inspiré de l'œuvre de Louis-Ferdinand C., "Enilek" et "Voyage Au Bout De La Nuit", et de celle qui figurait sur Ceux D'En Face. Cette dernière fait figure, en comparaison, de modeste maquette. C'est d'autant plus vrai dans le second cas que la version en question s'achevait sur un fondu au noir aussi brusque qu'incompréhensible. S'étendant désormais sur près de vingt minutes, ce "Voyage..." est le prévisible sommet de 01, ajoutant aux qualités présentes sur le reste de l'album un souffle épique qui malgré leurs mérites, fait logiquement défaut aux autres compositions, aux durées excessivement homogènes - entre six et huit minutes.
Certes, cette brièveté demeure relative : il est déjà possible, sur cette longueur, de ménager des contrastes conséquents, allant jusqu'à des ruptures franches avec, après une phase de relâchement collectif, respiration salvatrice dans une musique structurée rigoureusement, redémarrage autour d'un instrument (généralement la basse ou le Rhodes) autour duquel s'agglomèrent progressivement les autres dans un habile crescendo. Le "plus" offert par le format de la "suite", a fortiori quand elle est (comme ici) habilement construite, est l'introduction de leitmotivs récurrents rythmant les phases d'un périple musical dont la durée permet, de par l'investissement réclamé à l'auditeur, d'explorer des émotions plus profondes. Espérons par conséquent que Thollot s'essaiera de nouveau à l'exercice à l'avenir.
Sur le plan de l'interprétation, la musique acquiert ici un relief et une pulsion viscérale que son incarnation solitaire ne faisait que suggérer. Outre l'énergie et la cohésion qu'apporte un vrai groupe bien rodé, l'élargissement de l'effectif au saxophone apparaît décisif, multipliant les potentialités de combinaisons instrumentales, mais introduisant surtout une voix soliste plus extravertie. Le bénéfice est d'autant plus grand que les compositions de Thollot (et l'unique contribution du guitariste François Mignot s'inscrit dans le même parti-pris) n'accordent qu'une place très réduite à l'improvisation, fondant leur réussite sur l'émulation des instrumentistes et leur passage de relais au gré des rebondissements structurels.
Le minimum à espérer maintenant est que l'enthousiasme déjà suscité par la musique de Thollot, que cette forme désormais irréprochable ne manquera pas d'étendre bien au-delà de son auditoire initial, se traduira par l'activité scénique soutenue (à l'intérieur mais aussi et surtout à l'extérieur du réseau "progressif", don't on ne connaît que trop bien les limites...) qui conditionne la survie d'une telle formation, et par conséquent l'éventualité d'une nouvelle aventure discographique, qui verrait cette fois Scherzoo proposer un répertoire entièrement nouveau. Car, comme son titre l'indique, 01 ne se veut pas tant la conclusion d'un cycle qu'un nouveau départ. C'est tout le mal qu'on lui souhaite...
Aymeric LEROY

http://www.bigbangmag.com/



​01
Review by Mellotron Storm
Prog Reviewer​

4.5 stars. This is the latest project from Francois Thollot called SCHERZOO. His first two albums were under his own personal name and on the debut he played all the instruments. His second record was much batter as he brought in Bussonnet and Jeand'heur on bass and drums respectively and that album still blows me away. This one is quite different with the prominant alto-sax and electric piano. Francois is back on the drums and is part of a band here for the first time. I love this music. I swear the sound of electric piano in this style of music sends me. Although listed under Zeuhl this has far more in common with Jazz/Fusion. Udi Koomran did an amazing job mastering this recording.
They come out swinging on "Enilek" with dissonant sax along with the drums and piano standing out. It does settle back just before a minute but not for long. Nice chunky bass around 2 minutes.This is incredible ! A calm a minute later with bass,sax and piano then it kicks back in just before 5 minutes. It builds to a climax before we get another calm then a big finish.

"Douz" has sax and a lazy beat but it becomes intense quickly. It then settles back before 2 1/2 minutes as the contrasts continue. Dissonant sax 5 1/2 minutes in.

"L'an 01" is led by sax,drums and piano early and the tempo keeps changing. I really enjoy this song. Lots of sax and chunky bass.

"Beba" has such a great sound after 2 minutes when it kicks in. It does settle back quickly and to be honest this sounds just as good. Nice prominant piano before 4 minutes. A calm a minute later then it picks up again with some deep bass grooves and more. Nice.

The last two tracks were originally on Thollot's debut but i think these versions are much better,especially the final song. "Ceux D'en Face" sounds like something off of KING CRIMSON's "Discipline" album as intricate sounds weave in and around each other.It does settles in before 1 1/2 minutes and we get some huge bass lines around 2 minutes.

"Voyage Au Bout De La Nuit" is uptempo with the sax playing over top then it settles with piano only after a minute. Sax and drums join in then it kicks back in before 3 minutes. It settles again with bass then builds. What a ride this is. Check it out before 6 minutes.I'm thinking ONE SHOT here. Hell yeah i am ! Haha. This goes on until around 10 minutes in. It settles 11 1/2 minutes in before kicking in a minute later. Another calm follows. Great sound after 16 1/2 minutes to the end.

A must for fans of that Jazz/Fusion style.

http://www.progarchives.com/



01

Francois Thollot meldet sich wieder zurück. Nachdem der Franzose zu Beginn des neuen Jahrtausends zwei Alben unter seinem Namen veröffentlicht hatte (siehe "Ceux d'en face" und "Contact"), wurde es recht still um den Schlagzeuger (von dem allerdings ein Beitrag auf dem 2007 erschienen Magma-Tribute-Album "Hamataï!" zu finden war). Nun, rund 9 Jahre später, ist eine dritte CD auf dem Soleil-Zeuhl-Label erschienen. Thollots neue Band nennt sich Scherzoo und deren Debütalbum schlicht "01", was ja erwarten lässt, dass da noch mehr kommt.

In stilistischer Hinsicht unterscheidet sich die auf "01" zu findende Musik nicht sehr von dem, was Thollot auf seinen älteren Alben im Angebot hatte. Einen zeuhligen Jazzrock oder Retrozeuhljazzprog gibt es da zu hören, der allerdings aufgrund der recht großen Besetzung ziemlich farbig und abwechslungsreich ausgefallen ist - deutlich farbiger und abwechslungsreicher jedenfalls als die beiden vorherigen Scheiben, die ja solo bzw. im Trio eingespielt worden waren. Gut zur Hälfte handelt es sich bei "01" übrigens um eine Neuauflage des Thollot-Debüts "Ceux d'en face", sind doch "Enilek", "Ceux d'en face" und das lange "Voyage au bout de la nuit" auch dort zu finden. Im Vergleich zu den rezenten Versionen wirken die älteren Einspielungen, in denen Thollot alle Instrumente selbst bedient hatte, allerdings eher wie Demoversionen.

Einen meist druckvoll aus den Boxen gleitenden Jazzrock gibt es auf "01" vornehmlich zu hören, der durch seine gewisse Hektik, den bisweilen mysteriös-grollenden Bass, die nervös-filigranen, oft repetitiv-hypnotischen E-Pianoläufe, die quietschenden Saxeinwürfe, das wuchtig-pointierte Schlagzeug, dieses typische, rhythmische Dahinschreiten, einige geheimnisvoll-düster dahin wabernde Stellen und diese immer wieder auftauschenden monoton-schrägen Instrumenatlschübe der ganzen Band klar in zeuhligen Gefilden verankert ist. Komplex, dicht verwoben, abwechslungsreich und bisweilen schön sperrig und schräg wird hier musiziert, virtuos und farbig, wobei die Produktion leicht blechern ausgefallen ist und etwas mehr Wums und Tiefe hätte vertragen könnte. Die E-Gitarre hält sich eher zurück, sorgt aber zusammen mit Bass und Schlagzeug für ein dichtes Klanggefüge, über dem Piano und Sax musizieren.

Sonderlich neu oder anders ist das, was Scherzoo hier zu bieten haben natürlich nicht. Verwandten Instrumenatljazzprogzeuhl gab es z.B. von den Magmaablegern Weidorje oder Zao schon in den 70ern zu hören (auch auf diversen Soloscheiben von Musikern des erweiterten Magma-Umfeldes) und in neuer Zeit betätigen sich z.B. One Shot in ähnlichen Gefilden (zumindest auf deren Album "Vendredi 13") und auch diverse Bands aus Fernost haben seit den 90er Jahren Verwandtes produziert (z.B. Happy Family, Bondage Fruit, Il Berlione), auch wenn das Saxophon hier sehr viel deutlicher zum Tragen kommt. Wer allerdings kraftvollen Jazzrock im Zeuhlgewand schätzt (insbesondere die Musik der schon erwähnten One Shot) und auch sonst den Produktionen von Soleil Zeuhl zugeneigt ist, der sollte hier durchaus einmal reinhören!

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​02

Ein Jahr nach dem Erscheinen von "01" legen Francois Thollots Scherzoo Album Nummer zwei vor. Die Besetzung hat sich nicht verändert, das Cover ist recht ähnlich und auch in musikalischer Hinsicht bietet "02" nicht viel anderes Material als der Erstling.

Ein farbiger, virtuos vorgetragener Zeuhl-Jazzrock kommt hier druckvoll aus den Boxen, der - wie schon "01" - nichts wirklich Neues bietet, dem zu lauschen aber ziemlich viel Spaß macht. Auch auf "02" gibt es wieder drei Stücke von Thollots Solodebüt (siehe "Ceux d'en face") in Neuaufnahmen zu hören ("Invasion", "Vingt-trois" und "M.A. Suite" - letzteres hieß auf "Ceux d'en face" noch "Marilyn-Antoinette"), die die alten Versionen klar zu Demoaufnahmen deklassieren.

Eine leichte klangliche Veränderung zum Erstling ist noch zu vermelden. Jeremy Van Quackebeke bedient nun nicht mehr nur ein E-Piano, sondern greift ab und zu auch in die Tasten einer E-Orgel. Ansonsten bietet "02" ein unterhaltsames "more of the same" auf durchaus hohem Niveau.

Wer deutlich zeuhllastigen Instrumentaljazzrock aus Frankreich schätzt (One Shot und Xing Sa z.B.), oder ganz allgemein sperrig-intensiven Jazzprog mit Druck und Kanten, der sollte den beiden Scherzoo-Scheiben ein Ohr leihen. Offenbar hat sich die Besetzung der Band inzwischen verändert. Etwaiges neues Material der Formation sollte also in einem etwas anderen Klanggewand daherkommen. Ich bin gespannt!

Achim Breiling

http://www.babyblaue-seiten.de/



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CONTACT/01/02

Though a percussionist by trade, Thollot's second solo album "Contact" features his guitar and keyboard work. Thollot then went about to recruit the rhythm section of One Shot (a band created as an offshoot of the Magma reunion), and released this one incredibly powerful album.

In fact, I'd say "Contact" is one of the Top 10 albums of the last decade - and that's quite an achievement in a very busy, and very qualified ten years. What Thollot managed to create is an album about as close to Heldon's "Stand By" as you'll ever find post-1979. "Stand By" as many of you know, was Richard Pinhas' swansong for the famed Heldon, and he must have left the studio still smoldering from the inferno he had just unleashed. It's also worth noting that "Stand By" was the one time that Pinhas had incorporated a little bit of the Zeuhl style, and the mix was a stroke of brilliance. In that manner, "Contact" is basically intense guitar filled electronic rock with a Zeuhl undertone as provided by the One Shot guys. Absolutely stunning album.

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Scherzoo is lead by Francois Thollot, who's "Contact" album was one of the finest albums from the last decade, as noted above. Thollot has been in a couple of bands since then, and I've been wondering what he would come up with on his next album. With Scherzoo he's back behind the drum kit, with a full band in front of him including guitar, bass, piano and alto sax. Make no mistake though, this is Thollot's band, and these are his compositions.

The music definitely has a Zeuhl underpinning in the rhythms, though the lack of vocals (wordless or otherwise) drifts the music further from the source. The heavy guitar reminds one of Eider Stellaire, though again I'd say Scherzoo are more Avant Progressive than Zeuhl. In the end they come across like recent Nebelnest with a dash of the Dutch group Blast. If I was to nitpick, I'd say that on the first two tracks (roughly 15 minutes), the sax is a little unhinged for my liking. Too much squealing, squeaking and honking for me. But fortunately the remaining 40 minutes demonstrates some restraint and he seems more a part of the ensemble, rather than an instrument that stands out and needs to tighten a screw. A very good album, and I'm most curious where Thollot goes from here. Count me in as a fanboy.

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Though released on the Soleil Zeuhl label, I think the users of RYM are right in labeling this band (on their debut) Avant Progressive first, and Zeuhl second. Scherzoo "02" dabbles in both styles, though I think the scales are tipped even further towards the dissonant avant prog methodology. It appears Present is a good blueprint here, with the addition of squonking sax - perhaps to its detriment. I'm really torn on Scherzoo. I want more of Thollot's Heldon-like "Contact" mixed with the Zeuhl styling of his latest outfit. Which isn't fair of course, since that's not what Scherzoo is about. But then again, as a consumer, who says I have to be fair? They're going in the wrong direction as far as I'm concerned and I may need convincing to go further with them. I think I just lost fanboy status.

http://undertheradarcds.blogspot.fr/





​02 â€‹
The second album from this Francois Thollot run band. He released two solo albums before he joined up with some other musicians and formed this band. The first album, very imaginative named 01, was released last year and that was a good album.

Scherzoo is listed as a zeuhl band in many 'pedias. Although there is some zeuhl connotations in both their albums, Scherzoo is by no means a zeuhl album. Darkened jazz with a lot of avant-garde, Canterbury and some zeuhl influences is my label on their music. Where the first album was saxophone dominated, there is a lot more Hammond organs on this album. The balance between Hammond organs, guitars and saxophone creates an entity which really works on this album. The music itself is pretty much RIO melody structures dominated. The mood is dark and brooding. The music is intense throughout. This is neither a trad jazz or a happy jazz album. To that extent, this can be labelled as a zeuhl album. I understand where this label comes from, let me put it like that.

The quality is very good to great throughout. Invasion is a great track. The other tracks is kicking thereabouts throughout. The music never becomes boring. Under some doubts, I award it a four pointer. A weak one. But albums like this is well worth promoting for a blog like this in a sea of mediocrity and hype.

http://thesoundoffightingcats.blogspot.fr/

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02

Hoy prestamos nuestra atención a François Thollot y de Zeuhl remozado SCHERZOO, con su nuevo disco titulado “02”. Un año después de su estupendo disco “01”, Thollot y compañía retoman en “02” los recursos de vigor y colorido que ya han quedado instaurados como signos esenciales de su visión musical. El grupo muestra un progreso más marcado hacia la facilidad para desarrollas estrategias expresionistas en el manejo de su propia fuerza esencial dentro de los siempre desafiantes patrones de la vertiente avant-progresiva: artesanía osada y exquisitez rabiosa, dos factores que se conjugan ágilmente en el esquema sónico que Scherzoo impone con inacabable soltura. Lejos de las atmósferas cósmicas a las que suelen aspirar otras entidades avant-progresivas del entorno francófono contemporáneo como NEOM y SETNA, SCHERZOO apuesta por un esquema sónico crudamente robusto pertrechado de muchas aristas rudas. Los músicos involucrados en esta aventura son, aparte de François Thollot a la batería, Anthony Béard al bajo, François Mignot a la guitarra, Jérémy Van Quackebeke a los teclados y Guillaume Lagache al saxofón.​

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Vamos ahora al repertorio mismo del disco. Durando poco más de 7 minutos y medio, ‘Yin/Yang’ abre el disco como una declaración de principios, poniendo buena parte de la carne en el asador a punta de una mágica confluencia que mayormente se basa en atmósferas bien cuidadas y cadencias sujetas a una ingeniería vitalmente orgánica, pero dejando también espacios para la expansión de imponentes pasajes neuróticos: en estos últimos, la banda explora una desafiante cruza de HENRY COW y KING CRIMSON. Acto seguido llega ‘02’, tema que establece una peculiar confluencia de los estándares de ZAO, EIDER STELLAIRE y UNIVERS ZERO: la sofisticación en la estructuración del afiatamiento grupal es evidente, así como lo es el carácter incendiario de la combustión interna del quinteto. ‘M.A. Suite’ sigue a continuación con la finalidad de inspeccionar otras áreas más contenidas del ideario musical de la banda, enfatizando el aspecto jazzero y jugando con elementos más líricos sin dejar realmente de lado la polenta neurótica a la hora de instalar y dinamizar el motivo central. Llega la hora de replantear el momentum iniciado por los dos primeros temas con ‘Six Feet Under’, aunque lo hace resaltando la faceta tanática del mismo, jugando traviesa y perversamente con climas y ambientes mortuorios al modo de la segunda generación del RIO francófono con afinidades free-jazzeras (NEO MUSEUM, HELLEBORE, PATAPHONIE).​

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La dupla de ‘Invasion’ y ‘Breaking Bad’ emerge como una vía de expansión para el refuerzo de otros elementos propios de SCHERZOO: el primero pone énfasis en síncopas y esquemas rítmicos entrecortados dentro de un discurso jazz-rockero bien amalgamado a la esencia progresiva de la banda, mientras que el segundo explora los aspectos menos oscurantistas de dicha esencia progresiva en la ilación de gráciles motivos de tonalidad preferentemente alegre. ‘Vingt-Trois’ se hace parcialmente eco de la grácil extroversión de la pieza precedente mientras la retuerce lo suficientemente como para acomodarla en una mezcla con la filuda neurosis antes presente en ‘Yin/Yang’. El camino hacia el tortuoso y torturado clímax de cierre emite una poderosa aura de monumental fatalidad. Finalmente, ‘18h09’ cierra el álbum comenzando con una convincente exploración en áreas introvertidas, aunque los recursos de neurosis y misterio sórdido no tardan mucho en emerger para brindar al oyente un nuevo ejercicio de imponente inquietud sonora. 

Como balance conclusivo de esta reseña, hay que aseverar sin reservas de ningún tipo que “02” es una de las obras más rotundas y contundentes de este año, una muestra cabal de cómo la actual escena avant-progresiva francófona viene resultando una genial heredera de sus precursores de los 70s-80s, una escena que debería ser imperdible en cualquier buena colección de rock artístico y otras variantes experimentales de rock. La visión musical de SCHERZOO está bien asentada en su actual cima creativa.

http://autopoietican.blogspot.fr/2012/09/scherzoo-y-su-segunda-arremetida-avant.html

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